– La edad ideal para realizar la primera revisión a estos efectos es entre los 7-9 años. En el caso de los adultos se recomienda visitar al ortodoncista cuando se tengan los dientes muy apiñados o con una mala colocación, para facilitar el control de la higiene oral y la salud de las encías.

– El tratamiento comienza con un Estudio previo del paciente consistente en radiografías, fotos y modelos de yeso, con los que logramos conocer con exactitud la colocación de los dientes y el camino a seguir. Se analizan las radiografías, se realizan unos trazados; se estudian las fotos clínicas y los modelos.

– Posteriormente se coloca el aparato, compuesto por brackets y alambres de acero y níquel-titanio. Su función es la de mover los dientes de una manera individualizada, modificando y adaptando su posición hacia la considerada correcta.

– Existen distintos tipos de brackets. Entre los convencionales, cabe la posibilidad de elegir entre los metálicos y los estéticos, de un material cerámico que se integra mejor y pasa más inadvertido en el conjunto de la boca. Además, también está la posibilidad de usar brackets de baja fricción, que mueven los dientes de una manera más rápida, siendo los más demandados por los adultos.

– En pacientes cuyos huesos maxilares aún están en desarrollo, es decir, niños,  se realiza Ortopedia, lo que permite modificar la anchura de los huesos y la posición de los maxilares.

– Llevamos años desarrollando Ortodoncia Invisible en niños y adultos. Se emplean unas férulas transparentes en las arcadas dentales.